dilluns, 6 d’abril del 2020

paris - austerlitz



 El narrador de esta historia, un joven pintor madrileño de familia acomodada y afiliado al Partido Comunista, rememora, a modo de urgente confesión que posiblemente se deba a sí mismo, y en la que a ratos parece justificarse, los pasos que le han llevado al último trayecto de su relación con Michel. Michel, el hombre maduro, de cincuenta y tantos, obrero especializado, con la solidez de un cuerpo de campesino normando; el hombre que lo acogió en su casa, en su cama, en su vida cuando el joven pintor se quedó sin techo en París; Michel, cuya entrega sin fisuras le devolvió el orgullo y lo libró del desamparo, hoy agoniza en el hospital de Saint-Louis, atrapado por la plaga, la enfermedad temida y vergonzante. En el principio fueron los días felices, los paseos por las calles de París, las copas en el café-tabac mientras duraba el sueldo, el alcohol y el deseo, el placer de amarse sin más ambición que la de saberse amados. Pero, pronto, los lienzos arrinconados en el modesto apartamento de Michel le señalan al joven que sus aspiraciones están muy lejos de esa habitación sin luz, de una relación de patio trasero que comienza a quebrarse a la vez que se acentúan los efectos de las procedencias desiguales, las diferencias de clase, de edad y de formación, pese a la firme convicción de Michel de anteponer a todo un amor indestructible y eterno... aunque también posesivo y asfixiante.

Rafael Chirbes dio por terminada Paris-Austerlitz en mayo de 2015, meses antes de su fallecimiento, tras veinte años de escritura abandonada y retomada intermitentemente. A ese riguroso y exigente empeño debemos una historia que indaga en las razones del corazón, tan espurias en ocasiones como irrenunciables, sin asumir como cierta la naturaleza consoladora del amor o su fuerza redentora, enfrentándose con valentía a la posibilidad de que, aunque nos pese, el amor no lo venza todo.

«Rafael Chirbes es uno de los mejores escritores españoles, uno de los grandes autores europeos de nuestro tiempo» (Florence Noiville, Le Monde). «Llega “otro” Chirbes. Magnífico… El infierno y el paraíso del amor, los restos de su naufragio, las ilusiones de los primeros momentos, el desencanto… Páginas intensas, directas, sin concesiones… Nunca como ahora se había adentrado Rafael Chirbes en la selva de la pasión. En el libro, el más autobiográfico, todo está contenido y todo se desborda… Supone un giro absoluto respecto a novelas como En la orilla… Y nos ha dejado en silencio. Asombrados. Con ganas de más. Con el propósito de volver a leerlo. Como si no nos importara otra cosa» (Manuel Llorente, El Mundo).

«Una novela breve soberbia, digna del talento y el oficio de su autor… Rafael Chirbes se nos muestra en estado de gracia en el control del qué y el cómo. Es directo y profundo, valiente y certero. No es concisión lo suyo sino algo que tiene mucho más que ver con la precisión, con la lucidez, con la verdad poética de levantar el telón, ver lo oculto, volverlo a bajar y tratar de olvidar lo visto. No sales igual que entras en esta estación de París Austerliz… No hay comparación al narrar la carnicería que es amarse… La disección de esa enfermedad llamada amor que hace Rafael Chirbes es certera, salvaje y valiente, en cierto modo, racionalmente incontestable» (Carlos Zanón, El País).

«Esta novela, que es una joya de honda expresividad, actúa como si quisiese decirnos que nada queda al margen del dominio de unos sobre otros» (J. M. Pozuelo Yvancos, ABC).

«Es inevitable pensar que el escritor tenía cuentas pendientes consigo mismo y con sus lectores, que le movía –consciente o inconscientemente– cierto ánimo testamentario –testamento negro–, la necesidad de una traca final, de un último estallido, de formalizar un demoledor legado… Del amor, visto con el pesimismo, la dureza e, incluso, la crueldad de Chirbes. Según iba leyendo este texto implacable, comencé a pensar en el atroz universo de pintores como Lucien Freud y Francis Bacon… Con toda la precisión de una prosa decidida a no desviar la vista del dolor, de la pobreza, de la miseria moral. ¿Libro del desasosiego? Éste… Lejos del chispeante colorido impresionista y de la bohemia dorada, París no es una fiesta, amar no es una fiesta, vivir no es una fiesta. Chirbes, con inequívocas raíces literarias españolas, pone al día otro discurso: el de las fotografías de Eugène Atget y las novelas de Jules Vallès, Eugène Dabit y, por supuesto, Jean Genet. Un mazazo. Ahí queda eso y ahí os quedáis, parece decirnos Chirbes mientras se dirige (se dirigía) a la puerta de salida» (Manuel Hidalgo, El Cultural).

«Rafael Chirbes dejó esta novela lista para su publicación unos meses antes de su muerte, y ni siquiera la aparente precipitación de las últimas páginas puede atribuirse a ese adiós prematuro, porque la brusquedad que transmiten es consistente con el desenlace de la trama… Nada suena impostado en la novela Paris-Austerlitz, donde la montaña rusa de euforia erótica y abatimiento, de elevación y desplome, trasuda una fuerza y una verdad al alcance de pocos escritores» (Domingo Ródenas, El Periódico de Catalunya).




LLIBRE - PARIS - AUSTERLITTZ - 2016 - 10/10 - Rafael Chirbes